El arte como catalizador del duelo
La experiencia del duelo es una de las constantes más íntimas y universales de la existencia humana. Ante la pérdida, ya sea de un ser querido, una parte de uno mismo, o una etapa de la vida, el individuo se enfrenta a una tarea emocional monumental: procesar el dolor y reintegrarse a la vida.
En este proceso, el arte ha actuado históricamente no sólo como un espejo de la pena, sino como un poderoso catalizador, transformando el sufrimiento interno en una obra tangible. Al proveer un lenguaje y un espacio para lo inexpresable, diversas disciplinas artísticas han permitido a los creadores transitar su luto, ofreciendo al público herramientas para comprender y validar su propio dolor.
En este artículo recopilé varios ejemplos de obras de campos artísticos como el cine, la pintura, las artes visuales, la música y la literatura, en las que los artistas han dado rienda suelta a su experiencia de duelo a través de su propio arte. Esta compilación, puede ser, tanto un nuevo descubrimiento para aquellos interesados en el arte, como también una forma de entender cómo otros han vivido una situación a la que quizás algunos lectores ya se hayan enfrentado.
La transformación del sufrimiento
1. El duelo anticipatorio y el acto final de amor
Campo del arte: Cine (Drama)
Artista: Michael Haneke (n. 1942)
Nacionalidad: Austria
Obra: Amour (2012).
En Amour (Haneke, 2012), el duelo atraviesa a los personajes incluso antes del suceso definitivo: la muerte. Se trata de un duelo anticipatorio, un proceso tortuoso en el que el espectador experimenta la pérdida de manera íntima a través del personaje de Georges, quien observa el deterioro de su esposa Anne tras un accidente cerebrovascular.
La película convierte la muerte en un proceso prolongado, donde el acto de amor se convierte en la aceptación del perecer de la persona amada, como parte de una muerte digna. Haneke, a través de su mirada austera y sin concesiones, cataliza la reflexión del espectador sobre el fin de la vida y el sacrificio sin sentimentalismo.
2. El autorretrato y la conciencia de la muerte
Campo del arte: Pintura (Autorretrato y Expresionismo)
Artista: Frida Kahlo (1907-1954)
Nacionalidad: México
Obras: La Columna Rota (1944) y El Hospital Henry Ford (1932).
La vida de Frida Kahlo estuvo marcada por el dolor físico crónico tras un grave accidente y múltiples pérdidas emocionales, incluyendo abortos espontáneos y una relación tóxica con el pintor y muralista Diego Rivera. Su obra es un testimonio de este duelo constante.
En La Columna Rota, la artista representa su cuerpo desgarrado y quebrantado, sustituyendo su columna vertebral por una columna jónica agrietada, un símbolo de cómo ella percibía su salud física y mental.
De manera similar, en El Hospital Henry Ford, confronta la devastación emocional de un aborto al representarse sangrando en una cama de hospital, conectada a los símbolos de la pérdida. Kahlo utilizó el autorretrato como una terapia de choque, sacando su dolor de la oscuridad de lo interno para convertirlo en un artefacto visual externo.
Este compromiso con el lenguaje visual y sonoro poético y experimental es evidente en nuestros trabajos sobre la pérdida. Nuestra primera obra en este ámbito es el videopoema "Time". A esta pieza, escrita por JerseyAmarillo, le aplicamos nuestra estética de yuxtaposición, transformándola en un videopoema y utilizando este formato como un medio para confrontar la fragilidad del tiempo y transformar la angustia existencial de la pérdida.
Nuestro segundo trabajo en esta línea es el cortometraje "Inmóvil", una pieza que combina still image film y stop-motion para relatar la lucha de Francisca, una mujer bogotana que enfrenta la devastadora pérdida de su identidad.
Inspirado por el duelo que atravesamos por el fallecimiento de nuestra madre, este cortometraje refleja el enfoque central de PITANGUS: utilizar la narrativa visual y las técnicas de animación para transformar nuestro sentir en una experiencia creativa compartida.
Fotografía: Natalia Pachón. Obra: “Autorretrato, danza de la muerte III”, Edvard Munch (1915–16), Musée d’Orsay, París. Oct, 2022.
La infancia de Edvard Munch estuvo definida por la enfermedad y la pérdida: su madre y su hermana mayor, Sophie, murieron de tuberculosis. Estas muertes crearon un duelo profundo y perpetuo que se convirtió en el tema central de su "Friso de la Vida".
3. La exteriorización de la agonía familiar
Campo del arte: Pintura (Expresionismo Simbólico)
Artista: Edvard Munch (1863-1944)
Nacionalidad: Noruega
Obra: Muerte en la habitación de la enferma (1893)
La columna rota — Frida Kahlo (1944)
En la obra Muerte en la habitación de la enferma, Munch no se centra en la figura de la moribunda (basada en Sophie), sino en los rostros de los familiares que la rodean. A diferencia de las representaciones tradicionales de la muerte, aquí la pena no es una emoción contenida, sino un terror paralizante y silencioso. Los personajes están rígidamente separados y miran en distintas direcciones, ilustrando la soledad y el aislamiento que acompañan el duelo.
Munch utilizó la pintura y, más tarde, la fotografía (donde experimentó con figuras fantasmales para representar a los muertos), como un medio para exorcizar la pena y capturar la atmósfera emocional de la agonía y la ansiedad. Su arte no busca resolver el duelo, sino que lo eterniza y lo somete al análisis, permitiendo un diálogo constante con la ausencia.
4. El duelo del recuerdo colectivo
Campo del arte: Artes Visuales (Dibujo y Animación experimental )
Artista: William Kentridge (n. 1955)
Obras: Felix in Exile (1994) y la serie Drawings for Projection.
El trabajo de William Kentridge se centra en la compleja y dolorosa historia de Sudáfrica durante y después del apartheid. Su obra Felix in Exile utiliza una técnica de animación cruda y repetitiva (dibujar, borrar y redibujar sobre el mismo papel) que refleja el proceso de construcción y destrucción de la memoria.
La pieza aborda un duelo de naturaleza colectiva e histórica: la pérdida de la verdad, la desaparición forzada de personas y la cicatrización de un paisaje social y físico profanado. Los personajes y escenarios son efímeros, y el acto de borrar se convierte en un símbolo del intento de la historia por ocultar la violencia.
Kentridge utiliza el carbón y la tiza no para crear belleza, sino para dejar una huella de la fragilidad del recuerdo. Sus animaciones obligan al espectador a confrontar las pérdidas de la nación, transformando el silencio histórico en una meditación sobre la necesidad de reparación y la permanencia de la memoria.
Henry Ford Hospital (La cama volando) — Frida Kahlo (1932)
5. El duelo y la reconciliación filial
El disco es, esencialmente, un ejercicio de remembranza musical que navega por el dolor, la culpa, el recuerdo de una niñez desdibujada y la dificultad de la reconciliación póstuma.
Stevens utiliza un estilo folk acústico y minimalista, donde su voz y los instrumentos, crean una atmósfera de fragilidad extrema. A través de letras que citan recuerdos, el artista transforma un duelo complejo, marcado por la ambivalencia, en un intento de honrar y perdonar a la figura materna.
Campo del arte: Música (Folk Acústico)
Artista: Sufjan Stevens (n. 1975)
Obra: Álbum Carrie & Lowell (2015).
El álbum Carrie & Lowell de Sufjan Stevens es una meditación profunda y despojada sobre la muerte de su madre biológica, Carrie, quien lo abandonó en la infancia debido a problemas de salud mental y adicción.
6. Narrar lo que no se puede nombrar
Campo del arte: Literatura (Narrativa)
Escritora: Piedad Bonnett (n. 1951)
Obra: Lo que no tiene nombre (2013).
En su obra testimonial Lo que no tiene nombre, la poeta Piedad Bonnett confronta el vacío dejado por el suicidio de su hijo. Esta obra se convierte en una aproximación literaria de dar lenguaje y forma al dolor que, por su naturaleza, se resiste a ser verbalizado.
Bonnett utiliza la escritura como un ejercicio de catarsis, un proceso activo de "ponerle nombre" a lo innombrable. Al relatar sin adornos la enfermedad mental de su hijo y el desenlace fatal, la autora no solo procesa su propia pena, sino que abre un espacio de empatía y diálogo público sobre el duelo, la salud mental y el estigma social.
La sombra de la creación
El duelo, como se observa a través de la pintura de Munch, la música de Sufjan Stevens o la memoria de Bonnett, es un proceso no lineal.
Sus etapas se diluyen y se entremezclan; siendo este como una ola que se retrae hasta lo más profundo de la mente, y de forma inesperada, regresa con fuerza y violencia a la superficie trayendo consigo una colección de recuerdos, sentimientos y pensamientos que se creían olvidados.
El arte, para nosotras en PITANGUS, y de manera más específica en la escritura y en el audiovisual, nos ha permitido expresar, transitar y cuestionar el duelo desde diversas perspectivas y momentos de la vida.
Por último, siempre queda la duda de si habrá un momento en el que se pueda crear desde otro lugar alejado al duelo, o si será un acompañante continuo de la creación de artistas que lo han vivido.
¿Cómo contar algo diferente si es justo eso lo que nos sale de las entrañas? ¿Cómo crear algo nuevo si el duelo, o sus secuelas emocionales, se presentan constantemente como una sombra que se niega a desaparecer del todo? ¿Hasta qué punto sentimos que es demasiado repetitivo? ¿Cómo podemos crear algo nuevo a partir de otra experiencia que no sea tan dolorosa?
Aunque todavía buscamos respuestas a estas preguntas en nuestro quehacer creativo, la única certeza que tenemos es que el duelo será ese compañero constante de nuestro viaje y que dependiendo de la obra, podrá ser protagonista o ser tan solo un pequeño susurro casi imperceptible.
7. Desde el estudio creativo: el duelo en la narrativa audiovisual
Campo del arte: Cine y videopoesía
Artista: PITANGUS Estudio Creativo
Obras: Time (2022) e Inmóvil (2024)
Desde PITANGUS Estudio Creativo, nuestra exploración del duelo es visceral y profundamente personal. Nuestra creación se rige por un manifiesto estético y ético que busca la resonancia emocional acompañada de un sutil disconfort.
Esta aproximación se alinea perfectamente con la catalización del duelo, pues muchas de nuestras piezas yuxtaponen elementos pertenecientes a la estética del arte naif buscando dar una sensación de ingenuidad con narrativas más duras y dolorosas. Este contraste es nuestra manera de hablar de lo que duele sin renunciar a la belleza.





















